Muchas personas estudian para encontrar empleo, en numerosas ocasiones carreras que no son de su total apego, sin embargo la situación económica les obliga a inclinarse por profesiones que tienen una demanda latente en el mercado laboral, sin importar su vocación.
Al emprendedor le sobran ganas, pero le falta tiempo, es por eso que muchas veces prefieren ahorrar años que invertirían estudiando y mejor utilizarlos para empezar su idea de negocio. En el proceso del emprendimiento, la persona empírica tiene conocimientos básicos adquiridos de muchas maneras, por ejemplo, a través de tutoriales o mediante la experiencia ganada en algún trabajo.
Cabe destacar que algunos emprendedores empíricos se preparan mediante cursos sobre alguna rama específica de la actividad que van a desempeñar, sin embargo, la preparación profesional tiene un gran peso, que tarde o temprano el empirismo lo va a necesitar.
Existen profesionales que tienen su título únicamente como adorno o que lo consiguieron para sentirse autorealizados. Es muy probable que alguna vez te hayas encontrado con algún abogado conduciendo un taxi o con alguna economista de cajera en un banco, no con esto estoy menospreciando dichas profesiones, sin embargo, la preparación académica en los centros universitarios no sirve de nada cuando solo nos quedamos con ese conocimiento adquirido, cada vez el mercado laboral es más competitivo y los empíricos están ganando cuota en el, por su experiencia ganada, claro, no significa que el cien por ciento de ellos sea de primera, pero están presentes como una opción.
El profesional no debe conformarse solo con lo aprendido en las aulas universitarias con base a su malla de estudios, para eso existen la educación continua y las especializaciones, sumado a eso la experiencia ganada a temprana edad en sus primeros empleos.
El buen profesional es aquel que aprovecha todo lo aprendido en las aulas universitarias, lo amplia con conocimiento extra y lo perfecciona con la experiencia.
En conclusión, hay oportunidades para todos, el profesional tiene el conocimiento teórico, clave para segurar resultados óptimos, por su naturaleza científica, mientras que el empírico ha dedicado su vida a ganar experiencia en el campo laboral, palpando la realidad de manera inmediata, la práctica sin teoría es estéril y viceversa.
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